Crítica de Luis y Fernando:
EL “GLAMOUR” DE LA MENTIRA
Cuando Hollywood empieza a dar la espalda a los musicales, un maestro como Stanley Donen con películas como “Siete novias para siete hermanos”, “Un día en Nueva York” o “Cantando bajo la lluvia”, se reinventa y hace su particular homenaje al maestro del suspense Alfred Hitchcock con “Charada”.
En ella mezcla con maestría el suspense, la comedia y el romance. Para ello cuenta con unos actores secundarios que encajan perfectamente como piezas de un puzzle ( James Coburn, George Kennedy y Walter Mattau ). Pero sobre todo destaca la química de los dos “atípicos” protagonistas. Y digo “atípicos” porque en este tipo de películas de acción se tiende a pensar en personajes jóvenes y vigorosos y en este caso se apuesta por la madurez de Grant y la sofistificación de Hepburn que sustituyó( con buen criterio ) a la primeramente elegida Marilyn Monroe. No se puede ser más elegante que Cary Grant duchándose vestido, o tener más glamour que Audrey huyendo de sus perseguidores durante toda la película vestida por Givenchy.
Todo el engranaje de esta “charada” funciona como el de un reloj suizo, con un guión que nos deja escenas maravillosas, como la del funeral o la del baile de la naranja, con diálogos muy ingeniosos entre los protagonistas que nos transportan entre mentiras al sorprendente final.
Todo está aderezado con la música de Henry Mancini que entre la frivolidad y el romanticismo da el contrapunto perfecto y recalca con maestría cada plano.
Divertida, romántica y mágica en momentos, es de esa clase de cine que como dicen “los mayores” ya no se hace. Disfrútenla.